Los siguientes principios recogen lo esencial de la tradición administrativa de la USTA y de las previsiones normativas:
Corresponsabilidad: Es corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria la conservación, uso adecuado y fomento de los medios económicos para la marcha de la USTA, en permanente crecimiento cuantitativo y cualitativo, en beneficio de todos, con atención preferencial por los estudiantes y sectores más necesitados.
Gestión personalizada: esta es una tarea especializada, que exige ser atribuida a los más competentes para “cuidar-dirigir” (procurare) y “disponer”- distribuir “(dispensare), con el fin de que a cada uno y a cada función universitaria se le garantice “usar” los medios económicos necesarios para su desarrollo.
Gestión vigilada: Aun cuando se respetan la competencia personal y la necesidad de la división del trabajo comunitario, la estructura de la USTA impone siempre la necesidad de la vigilancia por organismos colegiados de las acciones a cargo de titulares personales.
Equidad laboral y social: De acuerdo con ella, la USTA buscará y propiciará: a) el salario justo y la seguridad social de sus trabajadores, con inspiración en la doctrina social de la iglesia y respeto de las previsiones de la ley laboral vigente; b) la a tención a los más necesitados, exigencia de la justicia social.