En su propio orden, las ciencias son autónomas, tanto en sus métodos como en sus formas peculiares de investigación. Por lo tanto, para la USTA, la investigación y la docencia no se encierran en sí mismas; ambas tienen sentido en la medida en que contribuyen al bienestar humano y al proceso global de la humanización. Es por esto, que las políticas de investigación y docencia, están orientadas por su filosofía al desarrollo científico, cultural, social, económico, político y ético, a nivel nacional y latinoamericano.
Los principios anteriores fecundan todas las etapas administrativas (planeación, organización, dirección, ejecución y evaluación), presiden la organización de las unidades académicas (Divisiones, Facultades, Departamentos), las acciones de diseño curricular y la estructuración de los planes de estudio, tanto en la creación de programas como en su extensión.
Por todo esto, la USTA asume la importancia de una infraestructura que viabilice y operativice las funciones sustantivas de docencia, investigación, proyección social.