En este sentido, pensar el PEI como una gran carta de navegación, conlleva a comprender este documento desde dos grandes aspectos, en su esencia y su actuar, el primero como una brújula que acompaña a directivos, docentes y estudiantes, de tal manera que sus conceptos y principios hagan parte de la rutina del claustro universitario; el segundo, como una necesidad institucional por autocomprenderse y autoproyectarse.
Así las cosas, y tratando de responder algunos de nuestros interrogantes planteados, sería descabellado pensar una universidad sin PEI, eso significaría construir procesos formativos sin principios claros, sin funciones definidas y sin políticas justas.
El PEI de nuestro claustro universitario, en su gran intención de pensar la universidad como un todo, ha construido una misión, que permitirá conocer a la comunidad tomasina qué desea y qué anhela la Universidad Santo Tomás para sus futuros profesionales.
La próxima semana, tendremos la oportunidad de acercarnos a esa gran misión institucional que día tras día nos proponemos alcanzar.