La proyección social como función sustantiva de la Institución se encomienda a varios órganos, unos unipersonales y otros colegiados. Así el Consejo Académico traza las políticas y el Vicerrector Académico las ejecuta.
En consecuencia, a nivel Institucional existe una Unidad de Proyección Social y Extensión de la Universidad académica de apoyo de la Vicerrectoría Académica General y depende de la misma. La Unidad apoya y anima a las Facultades en las labores que planifican y desarrollan como entes ejecutores y en cumplimiento de sus actividades de proyección social y extensión universitaria (prácticas sociales de sus estudiantes, estudios, investigaciones, consultorías, asesorías, cursos de extensión, etc.).
Aunado a lo anterior existe el Documento Institucional denominado “Fundamentos, Política, instrumentos y desarrollo de la Proyección Social y Extensión Universitaria en la Universidad Santo Tomás” que determina fundamentos dominicanos de la Proyección Social en la Universidad Santo Tomás y la proyección social como función sustantiva: Una orientación del proceso de formación y un Compromiso con la sociedad, entre otros.
El Centro de Proyección Social, Extensión y Egresados nace como respuesta al crecimiento de la Universidad y mayor presencia en el desarrollo socio económico del departamento de Boyacá y de la región centro oriente del país.
Dicho servicio convoca la interdisciplinariedad para el desarrollo de proyectos y programas sociales, comunitarios, empresariales, ambientales, tecnológicos, en obras civiles y arquitectónicas, en recuperación histórica y cultural, entre otros; con el fin de realizar acciones dirigidas a la población en condición de vulnerabilidad.
Lo indispensable de la proyección social es la que impone la pertinencia de saberes y profesiones para la sociedad actual, que responda a las necesidades del entorno.
Se habla de extensión: En cuanto se impone la pertinencia de saberes y profesiones para la sociedad actual, que respondan a las necesidades del entorno. Porque la actividad universitaria debe adecuarse a los reclamos contemporáneos de la sociedad.
Debe entenderse ésta, de una parte, la formación por la Universidad de las nuevas generaciones, el relevo social, y, por otra, que la vida colectiva externa está presente en las distintas problemáticas, objeto de los planes de estudio.
Tal proyección también implica que la Institución se abra a los distintos sectores sociales y ofrezca servicios directos, como productos de las diversas competencias profesionales, articuladas por las comunidades de docentes y estudiantes de cada unidad académica o de las comunidades interdisciplinarias de cada división.
Docencia e Investigación no pueden hacer caso omiso de la Extensión, porque la Universidad no forma para aislar, sino para integrar activamente en la vida colectiva, lo que supone una inserción gradual en las necesidades de la coexistencia.
El futuro profesional será un líder social, “conducido” y “promovido” hacia la conciencia cabal de sus responsabilidades con la sociedad a la que pertenece. La educación es una “función social”, es decir, acción y proceso al servicio del bien común. La Extensión es, pues, la intención final de las otras dos funciones sustantivas.