La Orden de predicadores celebrará un año jubilar con el tema “Enviados a predicar el Evangelio”. Este Jubileo recuerda la publicación de las Bulas promulgadas por el Papa Honorio III hace 8 siglos, confirmando la fundación de la Orden en 1216 y 1217.
El año jubilar propiamente dicho se celebrará del 7 de noviembre de 2015 (Todos los santos de la Orden) al 21 de enero de 2017 (bula Gratiarum omnium largitori).
Actitud Metanoia
Un jubileo era para el pueblo de Israel un tiempo de alegría y de renovación: “cuando cada uno de vosotros regrese a su propiedad y vuelva a su familia” (Lev 25, 10). Si nuestro Jubileo nos invita de a volver a los orígenes de la Orden es –paradójicamente– para recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo envió a nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia, de su nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia.
Pero ser enviado como discípulo de Cristo significa algo más que el mero hecho de moverse de un sitio para otro: siguiendo a Cristo, somos enviados a predicar el Evangelio.
Se propone así, con ocasión del capítulo, una doble actitud. Actitud de gratitud por el don de la vocación de la Orden, por la confianza y la fidelidad del Señor, por la tradición que se nos ha transmitido, por la riqueza y la diversidad con la que los frailes realizan por el mundo la misión de predicación, y por las nuevas vocaciones que nos son dadas. Actitud también de verdad y de humildad, por la cual, bebiendo en las fuentes de nuestra historia y de nuestra tradición, pedimos al Señor, con un espíritu de metanoia, que renueve la generosidad y la libertad interior que nos disponen a ser de nuevo enviados a anunciar el Evangelio con pasión, creatividad y alegría, como lo fueron los primeros frailes de Domingo.
Renovación de la Orden
La celebración del Jubileo significa entrar en un proceso dinámico de renovación. La Orden busca renovarse entrando en un proceso que culmine en el envío de los frailes a predicar, al igual que Domingo envió a los primeros hermanos. Compartimos el gozo y la libertad de ser enviados junto con toda la Familia Dominicana.
Mientras nos preparamos para el jubileo, confesamos que, como dominicos, somos enviados a predicar la Buena Noticia de la Resurrección de Cristo. Y al prepararnos para ser enviados de nuevo, nos preguntamos: ¿por quién somos enviados? ¿A quién somos enviados? ¿Con quién somos enviados? ¿Qué llevamos con nosotros en nuestro envío?.
El capítulo general decidió llamar la atención de todos los frailes y de las comunidades sobre ciertas dimensiones muy concretas de nuestra vida, invitándonos a aprovechar el tiempo de preparación de la celebración del Jubileo como una ocasión para consolidar la vida y la misión de la Orden. Lejos de ser una efímera autocelebración, el recorrido jubilar que se nos propone es más bien un camino -una "escuela"- de verdad y de humildad, un camino de metanoia que nos invita, individualmente y en comunidad, a dar todo su peso a cada una de las dimensiones, a cada una de las exigencias de la vida que profesamos.
Criterios para el Jubileo
La celebración debe estar orientada hacia Dios, de quien recibimos el don de nuestra vocación dominicana; y hacia aquellos a quienes somos enviados.
El recuerdo de nuestra historia tiene por objeto recordarnos, en actitud agradecida, nuestros orígenes y ayudarnos a descubrir el lugar de la itinerancia en nuestro modo de vida.
La celebración del Jubileo es una oportunidad para que, con espíritu ecuménico, nos aventuremos a penetrar en “nuevos mundos”, en actitud de diálogo y solidaridad con los olvidados, los pobres, las víctimas de la violencia y la opresión. Deberíamos acercarnos a los creyentes de otras tradiciones religiosas e igualmente a los no creyentes, para estar junto a ellos en su búsqueda de sentido.
La celebración del Jubileo debería reflejar la creatividad que se necesita para predicar hoy, mediante las artes y los medios modernos (medios de comunicación).
La celebración del Jubileo debe incluir a todas las ramas de la familia dominicana y escuchar la voz y la imaginación de los jóvenes.
Carta del Maestro de la Orden de Predicadores
Apertura Solemne del Jubileo Dominicano
OCTINGENTÉSIMO JUBILEO DE LA CONFIRMACIÓN DE LA ORDEN
“Enviados a Predicar el Evangelio”
Nuestro Jubileo nos invita a volver a los orígenes de la Orden
para recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo
envió a nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia,
de su nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia.
ACP Togir, 40
Prot. 50/15/680 Jubilee_2016
Queridos hermanos y hermanas:
Escribo esta carta para anunciar con inmensa alegría la apertura y la programación del Jubileo de los Ochocientos años de la confirmación de la Orden de Predicadores, que celebraremos a partir del 7 de noviembre próximo hasta el 21 de enero de 2017 (cf. ACG Trogir 58, 3). En feliz coincidencia se inscribe la celebración de los 800 años de la confirmación de nuestra Orden con el Jubileo extraordinario de la Misericordia que acaba de proclamar el Papa Francisco.
Predicadores de la misericordia
La grata coincidencia de estos dos Jubileos tan entrañables a nuestra historia, vida y misión dominicanas se constituyen para nosotros en un llamado especial a renovar nuestro ministerio de la Palabra, al que nos conduce la celebración de nuestro octingentésimo aniversario, en torno a la misión específica de la Iglesia: “anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona”.
El capítulo general de Trogir estableció como lema para el año del Jubileo de la Orden “Enviados a predicar el Evangelio” (ACG Trogir 2013, 50) y nos invita a reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Por quién somos enviados? ¿A quién somos enviados? ¿Con quién? ¿Qué llevamos con nosotros al ser enviados? El mismo capítulo ha dado también respuesta a esta última pregunta: somos enviados a predicar la buena nueva de la resurrección de Cristo. Creemos que su Resurrección es la revelación definitiva del amor del Padre por Jesús y por el mundo. La resurrección de Cristo es la revelación más clara de “la misericordia de Dios por los pobres pecadores”. Predicar la resurrección consiste en predicar el nuevo camino de amistad con Dios. Esta es la gracia de la cual fue predicador ejemplar santo Domingo, “predicador de la gracia”. Podemos así unir la feliz coincidencia de nuestro año jubilar con el Jubileo de la Iglesia –los predicadores del Evangelio son predicadores de la gracia, y los predicadores de la gracia son predicadores de la misericordia de Dios.
En la Bula de indicción del Jubileo extraordinario de la misericordia el Papa Francisco manifiesta su intención de enviar misioneros de la misericordia durante la cuaresma del año santo 2016. Los frailes y hermanas de la Orden nos sentimos particularmente interpelados por este llamado, puesto que desde el día mismo en que ingresamos a la Orden y antes de hacer nuestra profesión religiosa pedimos “la misericordia de Dios y de los hermanos”. En su caminar de vida evangélica Domingo buscó continuamente testimoniar a Jesús, presencia de la misericordia de Dios entre nosotros, por eso su vida de predicador fue su camino de santidad: desde el generoso gesto de misericordia cuando decide vender sus libros para «no estudiar sobre pieles muertas mientras haya hombres que mueren de hambre», hasta la convicción de que la evangelización de la Palabra de Dios debe hacerse por medio del testimonio de la caridad de la verdad.
La apertura solemne del Jubileo de la Orden tendrá lugar el 7 de noviembre en cada comunidad de la Orden. Desde la curia general de Santa Sabina daremos también solemne apertura al octingentésimo aniversario de la confirmación de la Orden con la celebración de la eucaristía en la fiesta de todos los Santos de la Orden. Invito a todas las Provincias, Viceprovincias, comunidades, entidades, congregaciones, fraternidades y demás instituciones dominicanas a celebrar este día en comunidad como signo de comunión fraterna en la confirmación de la Orden que debemos hacer nosotros ahora.
Durante el año jubilar de la Orden tendremos varios eventos a nivel internacional, cuyo calendario anexo a la presente, con el propósito de promover la participación de toda la familia dominicana en estos importantes encuentros internacionales así como en los diversos eventos locales programados por cada provincia, entidad, congregación y comunidad. De manera particular solicito a los priores provinciales que prevean la participación de los frailes en cada uno de estas actividades jubilares. Cada coordinador de evento les informará lo referente a detalles de inscripción y participación en cada actividad jubilar.
Como “enviados a predicar el evangelio”, durante el año jubilar seguiremos el camino de la Palabra mediante la Lectio Divina “con el fin de animar y apoyar la renovación de nuestra vida dominicana por medio de una escucha atenta de la Palabra, una vida de oración y contemplación en el silencio y en el estudio” (Cf. ACG Trogir, 42 ). Con cuatro secciones: lectio, studio, meditatio y oratio, será publicada diariamente en el sitio internet del Jubileo en los tres idiomas oficiales de la Orden.
Para mayor información sobre actividades y fechas de celebración del Jubileo de la confirmación de la Orden, les invito a visitar nuestro sitio web de la Orden http://www.op.org/es/jubilee (http://www.op.org/en/jubilee - http://www.op.org/fr/jubilee).
Nuestro padre Santo Domingo quiso encomendar la Orden al patrocinio de María, Madre de misericordia; es por ello que hasta hace pocos años el aniversario de la confirmación de la Orden se celebraba el 22 de diciembre simultáneamente con la fiesta del Patrocino de María sobre toda la Orden. Que María, Madre de los Predicadores interceda por su Orden a fin que el Dios Padre de Misericordia conceda a los hijos e hijas de Domingo la gracia del Espíritu, para que puedan anunciar con su vida y palabras al mundo de hoy y de mañana la llegada de la misericordia.
Fraternalmente en nuestro padre santo Domingo,
Fray Bruno Cadoré, O.P.
Maestro de la Orden
Roma, 21 de septiembre de 2015